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123. EL AMIGO DE LOS NIÑOS
Montfort amó a los niños. Más que una caricia o una palabra amable a uno u otro, los instruyó y educó. Ya de seminarista y luego como sacerdote, se complacía en verse rodeado por muchedumbres de niños, que reunía en torno a sí mismo para enseñarles el catecismo y bendecirlos. Para mantenerlos en la práctica…
74. ABOFETEADOR CONVERTIDO
Pasando a Challans, se detiene a hablar a los habitantes bajo el cobertizo del mercado. Mientras todos le escuchan con atención, algunos vendedores se atreven a gritar: – ¡Es el loco de Montfort que está hablando! Los oyentes se precipitan a dar una severa lección a aquellos insolentes. Pero el misionero frena el ímpetu de…
70. CAMINO DE LA CARCEL
Los soldados exasperados por semejante respuesta, querían darle muerte. Pero uno de ellos disuadió a sus compañeros diciéndoles: – ¡No le hagamos nada!, ¡ciertamente nos castigarían! Llevémoslo más bien al castillo, a presencia del Gobernador: él nos hará justicia. Entonces lo cogieron y se encaminaron al castillo para hacerlo encarcelar. Montfort, sin el menor miedo,…
75. TABERNA BULLICIOSA
Le llaman a Roussay, parroquia donde reinaba el vicio de la embriaguez. Montfort transformó a las gentes. Un hombre, sin embargo, se negó a cerrar su taberna, ubicada cerca a la iglesia, durante las funciones religiosas de la misión. Montfort comenzó a hablar contra la intemperancia en la bebida. Pero mientras el misionero predicaba en…
101. RECUERDO DE LA MISIÓN
No daba ninguna misión sin coronarla con la erección de una cruz. Llegando el día de esta ceremonia, toda la región amanecía de fiesta: se adornaban las calles, se desplegaban al viento los estandartes, durante la procesión se cantaban himnos sagrados. Los cargueros, casi siempre descalzos, llevaban en hombros la cruz de la misión. Cuando…
69. UNA RIÑA DE SOLDADOS
Cierta tarde, pasando por una plaza de Nantes, vio el misionero a algunos soldados que peleaban con unos artesanos. Golpes de ciego y execrables blasfemias capaces de estremecer cielos y tierra, como refiere el mismo Montfort. El misionero se acercó, se puso de rodillas, recitó un Avemaría, besó la tierra y poniéndose en pie se…
