51. COMPLOT DESCUBIERTO

Las intrigas contra su vida no lograban frenar el ardor de su celo. Una señora le advirtió que no emprendiera cierto viaje a Pont-Château, porque algunos mozalbetes lo esperaban en el trayecto para asesinarlo. Montfort sonrió, al oír la advertencia que, en cambio, aterrorizaba a sus acompañantes.
– ¿Cómo lo sabes?, preguntó por fin a la señora.
– Han hecho el complot debajo de mi casa y he escuchado sus amenazas de muerte, le respondió ella.
El intrépido misionero se rindió ante las válidas razones expuestas por aquella mujer. Y así salvó su vida. Porque los malhechores lo habrían ciertamente asesinado. Se supo después que lo habían esperado desde las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde en el lugar por donde debía pasar.