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105. EL CALVARIO DE PONT-CHÂTEAU
Hacía largo tiempo acariciaba Montfort la idea de construir un monumental Calvario en honor de Jesús crucificado. Para realizar su proyecto, eligió la llanura de Pont-Château, en las cercanías de Nantes. Su poderosa elocuencia reunió trabajadores de todas las comarcas, para levantar una especie de montaña artificial, en cuya cima debía enclavarse la cruz; trabajaban…

AMOR FRATERNO
Un día no le quedaban más que treinta monedas. Se le acercó una pobre mujer a contarle sus necesidades. – ¿Cuánto necesitas?, le preguntó. – Treinta monedas, respondió la mujer. Él le entregó hasta el último céntimo. En otra ocasión había recibido un vestido nuevo, confeccionado especialmente para él. Antes de estrenarlo lo regaló junto…

20. «SERÁS SACERDOTE»
Otro día, mientras oraba delante de la imagen de la Virgen María, en la iglesia de San Salvador, le pidió a su «Su Madre» que lo iluminara sobre su porvenir. La respuesta le llegó clara y distinta. Escuchó en el fondo de su alma la llamada divina: «Serás sacerdote». La orden de Dios a través…

111. DESDE LAS REJAS DEL JARDÍN
En Roussay, Montfort dijo cierto día a un campesino que fuera a verlo en la casa de La Providencia. Acudió el hombre a la cita. Pero vio al misionero conversando en el jardín con una señora de belleza fulgurante. Lleno de respeto, se contentó, con observar tan extraordinaria maravilla a través de las rejas del…

110. NO OLVIDAR EL ROSARIO
Propagaba el rosario en todas partes. Las regiones que evangelizó han conservado la piadosa costumbre de recitarlo en público, en la iglesia, en la humilde capilla del poblado o en el hogar doméstico. El mayor disgusto que le podían causar era el abandonar el rezo del rosario. Pasando por Vallet, donde había predicado una misión,…

65. «PEDRO, ¿DÓNDE TE DUELE?»
Montfort había tomado al servicio de la misión a un joven de nombre Hermano Pedro. De repente fue acometido por una grave enfermedad. – Pedro, ¿dónde te duele?, le preguntó Montfort. – Por todo el cuerpo. – Dame la mano. – No puedo. – Vuélvete hacia mí. – No puedo moverme. – ¿Tienes fe? –…