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129. «VAMOS, VAMOS, AMIGOS…»
La noticia de su grave enfermedad hizo acudir gentes de todas partes. En pequeños grupos entraban a su cuarto. Se oía sólo la respiración ansiosa del moribundo. De repente se sentó y con el crucifijo, fiel compañero suyo en todas sus misiones, bendijo a los presentes. Recogió sus últimas fuerzas y entonó uno de sus…

99. LA PRIMERA HIJA DE LA SABIDURÍA
Una hermosa mañana de 1702, una joven de 18 años se arrodillaba en el confesionario de Montfort. Quien, para comenzar, le dirigió esta extraña pregunta: – Hija mía, ¿quién te envía a mí? – Mi hermana, respondió ella. – No, replicó el misionero, no fue tu hermana sino la Virgen María. Aquella joven se llamaba…

29. ENFERMA DE GRAVEDAD
Pero una vida de tan intenso sacrificio no podía durar mucho. En efecto, Luis María enfermó gravemente y tuvo que ser recluido en el hospital de los pobres. Condenado a la impotencia, desprovisto de todo, acostado en un catre prestado, se alegraba individualmente por hallarse entre los pobres. Pero el mal era grave y se…

102. LA CRUZ Y EL TRIUNFO
En Vertou, parroquia cristiana, la misión era seguida con fervor extraordinario. El misionero que acompañaba a Montfort tuvo dificultad en retenerlo: el santo quería partir diciendo que no realizaría bien alguno en este lugar por no encontrar en él ninguna cruz. Poco antes había estado en la parroquia de La Chevrolière, donde las humillaciones, la…

IV – MISIONERO POPULAR
35. UN SUEÑO MISIONERO Montfort, ya tan inflamado de celo cuando vivía con su familia, en el colegio de Rennes y en el seminario de San Sulpicio, no podía permanecer inactivo ahora que la Iglesia le había conferido el sagrado ministerio. – ¿Qué hacemos aquí –exclamaba hablando con sus cohermanos– mientras en el Japón y…