137. ¡TODOS A SALVO!
Atraviesan los puntos peligrosos y, después de mil peripecias, se acercan a las casas en peligro. Se trata de descargar las provisiones. Las lanzan inmediatamente a través de los tragaluces de los techos: panes y carne con sal. Luego, cambian de rumbo para volver al punto de partida. Hay que atravesar de nuevo la zona…
