73. EL ASNO EN EL RÍO
Después de San Donaciano, el santo pasa a predicar a Bouguenais, donde cierto día, mientras hablaba desde el púlpito, interrumpe bruscamente el discurso y exclama:
– ¡Pronto!, dos hombres que vayan a salvar mi asno que se ahoga en el río en las afueras del pueblo.
Algunos de los presentes acuden en seguida y apenas llegan a tiempo para sacar al animal imprudente, quizás demasiado glotón y atraído por los cardos que crecían al borde del río.