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26. LE VISTE LA PROVIDENCIA

A veces su confianza parecía querer tentar a la Providencia.

Pero ésta realizó prodigios para premiar su fe.

Queriendo conseguir un vestido resistente, pidió a un cohermano que fuera a comprárselo y le entregó las treinta monedas que le quedaban. El amigo le observó que esa suma era insuficiente.

– Vete –le dijo– no te preocupes; si te piden más, entrega el dinero al primer pobre que encuentres.

El cohermano se dirigió al negociante, que al ver que sólo le ofrecían treinta monedas, lo tomó a burla y ni siquiera le respondió.

El comprador salió entonces y entregó la pequeña cantidad al primer pobre y volvió a casa.

Al llegar encontró a Luis que le dijo:

– Bien, mientras tú dabas limosna, una persona generosa me ha regalado estos diez francos. Tómalos y paga con ellos el vestido que necesito.

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