19. JOVEN COMPROMETIDO
En este período entró a formar parte de la Congregación mariana, conformada por los mejores alumnos del Colegio. Montfort se confió totalmente a María rogándole que conservara su mente, su corazón y su cuerpo siempre puros.
Para alcanzar esta gracia se ejercitaba en el sacrificio y la penitencia, pues sabía que no se conserva la virtud en un cuerpo habituado a la comodidad y la molicie.
Cierto día encontró en la casa paterna un libro con figuras poco modestas: lo echó al fuego a riesgo de provocar la cólera de su padre.