118. VOCACIÓN DEL HERMANO MATURÍN

Un joven de 18 años, atraído por la predicación de un padre capuchino, había ido a Poitiers con el propósito de hacerse fraile.
La primera iglesia que encontró, al llegar a la ciudad, fue la de los Penitentes. Entró en ella y rezó el rosario con gran devoción. Montfort se le acercó y le preguntó:
– ¿Quién eres?
– Soy Maturín Rangeard; he venido a Poitiers para entrar en la orden capuchina.
Como iluminado por una intuición celestial, Montfort le dijo:
– Hijo mío, la Providencia te ha traído a mí. ¡Acompáñame en las misiones!
El joven se levantó y lo siguió. Fue su compañero inseparable y el continuador de su apostolado con los niños durante 50 años.
Murió en 1759 en San Lorenzo del Sèvre.