102. LA CRUZ Y EL TRIUNFO
En Vertou, parroquia cristiana, la misión era seguida con fervor extraordinario. El misionero que acompañaba a Montfort tuvo dificultad en retenerlo: el santo quería partir diciendo que no realizaría bien alguno en este lugar por no encontrar en él ninguna cruz.
Poco antes había estado en la parroquia de La Chevrolière, donde las humillaciones, la enfermedad, las dificultades de todo género habían puesto de relieve su indómito valor.
En medio de tantas tribulaciones, lo habían visto radiante de gozo abrazar afectuosamente al párroco que había tenido no pequeña parte en esa avalancha de cruces, prometiéndole recordarlo con cariño durante toda la vida.